Orden Druida Manan

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Nuestra Santisima Madre

Brigantia es la nota verde de la alegría por el comienzo del verano. Ella es la plena floración de la Tierra. En ella, todas las cosas se mantienen en su equilibrio adecuado: todos los elementos se combinan para crear el clímax del Año de crecimiento y la fertilidad, todo es creatividad. Todos los seres vivos enzarzan en una danza alegre de la procreación. Brigantia tiene todas estas cosas en sus brazos protectores.

Brigantia personificado su tierra y su nación. Ella representó a la Soberanía de la Tierra, y cualquier gobernante varón se casó simbólicamente con ella.

Brigantia está estrechamente relacionado con Brighid como matrona de la Tierra. Los relatos del manto de Brighid que es soberano de su tierra. Brighid y su comunidad vive en armonía con la tierra, tomando sólo lo que necesitan para vivir. En la temporada de verano, Brigantia asegura la misma armonía y el equilibrio en la Tierra. Los hilos de su manto, que conecta todas las cosas en la red de la vida, ahora están llenos de energía y son vibrantes de color verde. Los seres humanos tenemos que aprender a andar con cuidado sobre su cuerpo, y tratar su manto con respeto, si queremos vivir.

Ella, señala los desequilibrios en mi vida, y me muestra la manera de equilibrar. En el proceso aprendí el reclamo de la soberanía sobre mi vida es igual que sostener mi integridad. Si quiero hacer mi sueño realidad, yo no puedo darme el lujo de dar poder a otras personas, no importa lo importante que han estado en mi vida. Ya no puedo pretender ser alguien que no soy. Si voy a reclamar mi soberanía, tengo que convertirme en un guerrero y mantenerme firme.

Pero el poder Brigantia es también la llama creativa de mi vida. El suyo es el fuego de la fragua. Y con su ayuda a poco me estoy poniendo mi sueño juntos. Estoy forjando la vida que anhele. Reivindicación de la soberanía sobre mi vida está expresando Espíritu lo mejor que pueda.

Cuando ponemos nuestra relación con ella, ella apoyará nuestros esfuerzos. Al reclamar la soberanía sobre nuestras vidas y nuestra creatividad, que nos ayudará a prosperar.

La tradición de Anamchara (amigo del alma) está estrechamente asociada con la tradición celta y Brígida en particular. Ella es una amiga del alma, sabia y mentor, guía y compañero de muchos en su viaje de la vida. El amigo del alma se consideró indispensable.

Brigit "Exaltada" y “Brillante" es la que remueve el “Caldero de la inmortalidad”, ese poderoso recipiente de nacimiento y muerte que lo contiene todo en equilibrio y armonía. También es la guardiana del “Caldero de la abundancia”. Yo veo a Brigit como el poder alquímico siempre cambiante del amor en la tierra. A Brígida se la conoce por sus modales apasionados y fogosos, por su franqueza, por sus habilidades como herrera y por su amor y cariño por los moribundos. Es poeta, cuentacuentos y sabia. La llama de Brigit todavía arde en lo más profundo del alma celta, pues no nos resultan extraños los fuegos purificadores del amor. Brigit no ha quedado relegada con el tiempo, reina para siempre en los reinos subterráneos del subconsciente, y desde ese húmedo y misterioso lecho cambia la forma de nuestra psique. Desde allí, se acerca en silencio, sintiendo, recogiendo, removiendo todo aquello que se agotó dentro de nosotros, todo aquello que quedó desatendido. Ella es Kali Shakti, la destructora y la amante. Es la escardadora, la plantadora que riega las semillas de nuestra salud, santidad que azota el viento de las tormentas nacidas de nuestro desarraigo de la gracia. Ella rasga el mapa de nuestro propio paisaje y da hogar a nuestros pies temblorosos en cada vuelta, giro, flaqueza y caída de nuestro camino de regreso. Ella siempre nos muestra el camino de regreso; el regreso adentro, no afuera, de nuestra propia espesura, rebosante de lujuriosa maleza y de aromas pegajosos. Ella nos señala las flores en el compost de nuestro potencial no vivido, y nosotros echamos a correr por miedo a nuestra propia belleza. Veneramos su erial nutricio, al mismo tiempo, amoldarnos a sus sombras. Hagamos lo que hagamos, por mucho que pretendamos ignorarla o sacarla de nuestra vida, ella esta hay siempre ayudando. Nunca nos condena ni nos abandona. Ella sabe que su trabajo es sacudir y derribar los cimientos más profundos de nuestro interior, para construirlos de nuevo, más fuertes de lo que jamás hayamos imaginado. Ella amenaza nuestra obstinada atracción por la dualidad, y su objetivo último es que honremos nuestra divinidad en la plenitud de nuestra humanidad. No importa cuánto tiempo permanezcamos fuera de su Caldero de la transformación, sabemos que algún día tendremos que aceptar su llamada, esa llamada que profiere a lo más salvaje de nosotros. Un día tendremos que postrarnos ante la verdad de nuestra propia divinidad, y ese día comenzará el viaje al centro de nosotros mismos. Ese día tendremos que volver a casa como el hijo pródigo, volver a casa para el banquete y para dar rienda libre al amor. Ese día tendremos que someternos a la voz de nuestra propia alma, y tendrá lugar la boda del alma y el ego, y cantaremos nuestro propio aleluya. Y no tendremos que esperar hasta estar fuera del cuerpo para hacerlo. Ese día saborearemos nuestra liberación, estando aún encarnados.

Da la impresión de que el ambiente espiritual actual es el adecuado para la aparición de esta poderosa transformadora entre nosotros. Es hora ya de introducir conciencia en nuestra vida cotidiana y en nuestra muerte cotidiana. El corazón celta se rompe y se fortalece a diario en su muerte al dualismo. El corazón celta está dispuesto a abrazarse a la muerte y a la vida en un único aliento. ¿Que por qué creo que el trabajo de Brigit se está haciendo más evidente en este momento? Porque siento su energía operando en nuestra disposición a ver directamente a los ojos a la gran transformadora, y en no dejarnos cautivar más por nuestro propio miedo a vivir.

La tierra es un regalo hermoso que nos han brindado, estar aqui y no cuidarla y contemplarla es como destruirnos a nosotros mismos, pues si no fuera por los frutos de ella no existiríamos

Ella nos recuerda si nosotros estamos en paz con nosotros mismos también lo estaremos con todo lo que nos rodea.

ella es la inspiración, la sanción y la renovación.

Una llama por inspiración...
Una llama por sanación...
Una llama por transformación...
Una llama para alimentar el espíritu.

by
inghean au dagha

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